El año nuevo es una celebración global donde la fiesta invade todos los continentes. Con tantos lugares interesantes, el problema es escoger dónde celebrarla. A continuación, te dejamos 5 destinos en los que pasar un Fin de Año absolutamente inolvidable.
Nueva York, EEUU, una celebración emblemática
En Nochevieja Times Square, con su famosa y brillante Bola de Fin de Año, es uno de los puntos de encuentro más típicos de la ciudad; hasta el punto que las colas para asistir a la cuenta atrás suelen empezar al mediodía del 31 de diciembre. Con actuaciones y una interpretación a medianoche de la canción New York, New York, Times Square es el lugar de visita obligada en Fin de Año, pero no es el único donde se celebra el nuevo año.
Prospect Park, en Brooklyn, es un sitio posiblemente mejor para contemplar los fuegos artificiales. Otra opción interesante es admirar el perfil urbano de Manhattan a bordo de un crucero para ver los fuegos artificiales, divertirse y cenar. Los bares de azotea de Nueva York son también otro lugar estupendo para dar la bienvenida al nuevo año. Magic Hour tiene la terraza interior/exterior más grande de la ciudad y cuenta con un ‘parque de atracciones urbano’ y vistas al Empire State Building.
Japón, una ceremonia tradicional
Para pasar una Nochevieja diferente es buena idea viajar a Tokio y recibir al 2025 a la japonesa, visitando uno de los templos de la ciudad para asistir al ritual del toque de la campana. A medianoche un monje toca la campana del templo 108 veces, un gesto que representa el número de deseos mundanos que reconoce el budismo japonés, purificando a los participantes del ritual.
El antiguo templo de Zōjō-ji, construido en 1393, atrae tanto a lugareños como a turistas para la celebración del hatsumōde, un peregrinaje para visitar el primer santuario del Año Nuevo. Quien prefiera un ambiente más ‘fiestero’ puede irse a Yokohoma, al otro lado de la bahía de Tokio, que ofrece espectáculos de luz y láseres, además de cruceros por la bahía que celebran la cuenta atrás para el Año Nuevo. La zona de Roppongi es otro punto clave para el Fin de Año en Tokio, con un montón de eventos para recibir al nuevo año y mucha música.
Sídney, Australia, un Fin de Año espectacular
En Nochevieja todas las miradas están puestas en Sídney. Al espectáculo de fuegos artificiales en Sídney han asistido un millón de personas, repartidas a lo largo del puerto, y lo vieron mil millones de personas en todo el mundo. Hay miradores por toda la ciudad y es posible consultar su aforo en línea, así como si está o no permitido el consumo de alcohol en ellos.
El Royal Botanic Garden de Sídney es un lugar fabuloso donde celebrar la nueva década, como también lo es el Sydney Harbour National Park, con una oferta de fiestas en las tres islas a cada lado del puerto. Una opción muy glamurosa es pasar la noche en la Ópera de Sídney, que tiene programadas una función de La Bohème de Puccini y una actuación de Opera Australia.
Tailandia, una fiesta gastronómica
La capital de Tailandia, otra ciudad famosa por su vibrante vida nocturna, no se queda corta con las celebraciones del 31 de diciembre. La CentralWorld Plaza de Bangkok es el epicentro de la mayor parte del jolgorio, con una cervecería al aire libre y actuaciones musicales en directo, mientras que otro destino muy popular en Nochevieja en la ciudad es el mercado nocturno al aire libre Asiatique, cuyos restaurantes ofrecen menús especiales para la última noche del año.
En Bangkok también hay un montón de impresionantes restaurantes y bares de azotea entre los que elegir, y en la State Tower del hotel Lebua casi se pueden tocar las estrellas porque cuenta con cuatro restaurantes y bares que desafían las alturas, además de tener el que –aseguran– es el bar al aire libre más elevado del mundo. Quien quiera pasar una velada romántica, que opte por un crucero por el río en una barcaza de arroz reconvertida y disfrute de un buen banquete tailandés de 10 platos.
Dubái, EAU, la gran fiesta
En Dubái saben bien cómo organizar una gran fiesta. El espectáculo de fuegos artificiales del Burj Khalifa es tan potente y luminoso que se ve desde todos los emiratos, y hay un montón de sitios perfectos para contemplarlo, incluida la asombrosa Kite Beach, a la cual se puede acudir con un pícnic bajo el brazo.
También abundan las galas glamurosas y las veladas gourmet, como en el opulento Atlantis, donde fluye el champán, hay puestos de comida selecta y un monumental espectáculo de fuegos artificiales, además de la esperadísima fiesta de Zero Gravity, que incluye una “zona ritual” con una fiesta rave silenciosa y burbujas comestibles. Visitar Dubái sin ir de compras es casi imposible, y en ese sentido el Mall of the Emirates y el Dubai Mall tienen una oferta de ensueño.
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